13 dic 2015
26 – Apuesta impactante
Parece
que Xuan Yuan Che sólo tuvo suerte en ese juego anterior, consiguiendo un
número tan grande. No fue obra suya, así que por qué iba a tener miedo de ella.
[Claro, desde que la hermana en
ley lo ha dicho, el séptimo hermano humildemente obedece.] El
Séptimo Príncipe sonrió
dulcemente y le siguió a juego, lanzando un pedazo de hoja
de oro*.
(*Parece que su
moneda son las hojas de oro)
Hoy
día, había ganado tres de las mansiones de Xuan Yuan Che, con un valor total de
más de 100.000 hojas de oro. Esta pequeña cantidad de apuesta no podría
importarle.
[Pueden sacudir los dados.] Al ver que ambas partes han dejado sus apuestas,
la dama de honor actuando como el juez comenzó el juego con su voz melosa.
Ligeramente
cogiendo de la taza con las dos manos, Liu Yue comenzó a sacudir los dados con
violencia.
El
Séptimo Príncipe no podía dejar de reír en voz alta al ver tal escena. Esto
definitivamente no era una habilidad de juego, ella era aún más tonta que su
tercer hermano.
Sólo
el hombre de aspecto de abusador estaba observando cuidadosamente a Liu Yue
mientras fruncía el ceño. Sin embargo, no estaba en su lugar decir nada.
[4, 5, 5 contra 1, 2, 6, el
Séptimo Príncipe ganó.]
Al ver
los resultados, Liu
Yue se volvió
hacia Xuan Yuan
Che y parpadeó.
[Estamos condenados... Toda nuestra
suerte se ha agotado...]
Xuan
Yuan Che abrazó a Liu Yue con ambas manos. Al ver un destello de aura asesina
oculto bajo su expresión desanimada, no podía dejar de reír y dijo:
[Está bien.]
[Una vez más, esta vez con dos
hojas de oro.]
[Yo sigo.]
[4, 5, 6 contra 2, 3, 5. El
Séptimo Príncipe ganó.]
Liu
Yue miró las dos hojas de oro moviéndose hacia el Séptimo Príncipe en lugar de
a su lado y apretó los dientes. La insatisfacción llenó su expresión cuando
dijo:
[Esta vez quiero jugar un poco
más grande.]
[Claro, cualquiera que sea lo que
la hermana en ley diga, el séptimo hermano seguirá adelante.] El Séptimo Príncipe pensó que Liu Yue era como un
jugador común y corriente que se enfurecía si pierde una apuesta. No pensó
mucho y respondió rápidamente.
Estas
pocas hojas de oro, ¿qué tan grande iba a ser?
Cuando
terminó su sentencia, el Segundo Príncipe y el Quinto Príncipe empezaron a
fruncir el ceño. Le dieron una mirada de reproche hacia el Séptimo Príncipe,
pero no podían decir nada.
[Bueno, tú eres el que dijo estas
palabras, Séptimo Príncipe. Su Alteza el Príncipe Heredero, lo ha oído
claramente, ¿cierto?] Liu Yue miró
a Xuan Yuan Cheng y se rió en voz baja, su ignorancia anterior y expresión
ingenua habían desaparecido por completo de su cara ahora.
En
la habitación, a excepción del impetuoso Séptimo Príncipe, las otras dos caras habían palidecido.
[Naturalmente.] Xuan Yuan Cheng miró a Liu Yue y asintió,
sonriendo.
[Está bien. Qiu Hen, tráeme las
apuestas.] Liu Yue apretó los
brazos en los brazos de Xuan Yuan Che.
Qiu
Hen, que estaba de pie justo detrás de Xuan Yuan Che desde el momento en que
entró, rápidamente se adelantó y sacó un pergamino de su túnica. Lo puso sobre
la mesa con respeto.
[Hay siete residencias en la
capital bajo el nombre de Xuan Yuan Che, por
valor de 500.000
hojas de oro.
También hay dos
tiendas de artefactos de Jade,
por valor de 700.000 hojas de oro. Su Gracia también posee 30.000 mu (1 mu es
6,67 hectáreas) de tierra y los alojamientos del servicio, por
un total de
3.100.000 hojas de
oro. Incluyendo las residencias de verano en Yanzhou y
Taizhou que valen 170.000 hojas, los activos totales ascienden a 4.470.000
hojas de oro.]
topico hacerse el tonto y perder dos veces para que la otra parte se confie y luego... muajajajaaj
ResponderEliminarEstan hablando de hojas de oro no, en cuanto se tazaria eso ahora :D
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