14 ene 2017
341 – Miasma (parte 2)
La
niebla de color azul claro cubría toda la zona. Parece como si no hubiera nada
bloqueando su entrada.
El
grupo entró rápidamente en la niebla. Después de un momento, Liu Yue de repente
sintió que algo había cambiado. La niebla se espesó de repente.
En
un instante, la niebla se convirtió en azul oscuro y rodeó a todo el mundo.
Su
visión comenzó a ser borrosa. En un instante, ni siquiera podían ver sus
propias manos sobre ellos. Todo lo que uno puede ver es la niebla azul delante
de ellos. Nada más.
Liu
Yue frunció el ceño. Parece que este miasma es mucho más fuerte de lo que había
imaginado.
Sin
embargo, Liu Yue no se detuvo. Ella agarró el brazo de la persona detrás de
ella y tiró de ella hacia delante. Ella no se preocupa por nadie más que Xuan
Yuan Che. No podía dejarlo ir.
Esto
no era tan grave de todos modos. Mu Rong Wu Di y los otros habían preparado ya
un antídoto. Sólo será cuestión de tiempo antes de que llegaran a salir.
La
niebla se puso más y más gruesa. Se hizo tan concentrada que nada más podía ser
visto.
Este
tipo de sensación de pesadez. No era bueno.
Liu
Yue firmemente agarró la mano de Xuan Yuan Che y sus dedos se entrelazaron.
Una
vez que sus dedos se entrelazaron, Liu Yue de repente se sintió sorprendida.
Este
sentimiento… Este sentimiento no es correcto.
De
repente se detuvo. A continuación, sintió rápidamente la mano una vez más. Eso
no está bien. Esta no es la mano de Xuan Yuan Che.
Ella
estaba muy familiarizada con Xuan Yuan Che. Con sólo tocar la mano de esta
persona, se puede decir que agarró a la persona equivocada.
[Xuan Yuan...] Ella abrió la boca y gritó.
Justo
cuando ella comenzó a gritar, una mano de repente le tapó la boca y la detuvo.
Al mismo tiempo se sentía un poco mareada. Había respirado algo del miasma.
Ella
frunció el ceño y abrió la mano.
Maldición.
¿Por qué es Du Gu Ye? Esta helada mano fría y la reacción rápida... Ella no
podía pensar en nadie más, aparte de Du Gu Ye.
Se
echó las manos de Du Gu Ye a distancia y de repente se puso en cuclillas a
sentir el suelo.
No
podía hacer ningún sonido. Sin embargo, ella no necesitaba para hacer sonidos
para indicar dónde se encontraba Xuan Yuan Che.
Se
tocó el suelo... Estaba llena de hojas podridas y jugos con caries. No había
rocas en absoluto. Todo el piso era suave...