22 oct 2016

DoP Capítulo 309


309 – Los secretos de la selva (parte 2)


Liu Yue frunció el ceño. De repente, tenía una iluminación. Ella entendió lo que eran la Serpiente Dragón de Mil Año y el Pez Exquisito.

Mierda. De hecho tenía que matar al señor de la selva tropical.

No es de extrañar por qué estos dos elementos no han aparecido en mucho tiempo. Ambos elementos se encuentran dentro de los señores de la selva tropical.

Liu Yue apretó los dientes. De vuelta en el mundo moderno, que estaba equipado con armas modernas y ella todavía le resultaba difícil luchar contra los dos señores. Ahora tenía que luchar contra ellos en los tiempos antiguos...

Ella sacudió la cabeza y se volvió hacia Mu Rong Wu Di, Qiu Hen y Yan Hu.

[Yo sólo voy a decir esto una vez. Vosotros podéis quedarse atrás y mantener vuestras vidas. De lo contrario, una vez que entremos... No hay vuelta atrás.]

Sus palabras estaban llenas de frialdad.

Al oír estas palabras, la expresión de los tres hombres cambió.

Sin embargo, en un instante, una expresión de resolución apareció en sus rostros. Sabían que iba a ser peligroso pero no van a dar marcha atrás.

[Yue...] Xuan Yuan Che frunció ligeramente el ceño y miró a Liu Yue.

Después de entrar en la selva tropical, un aura fría y sombría rodeó a Liu Yue.

Esta era una absoluta frialdad. Era algo que sólo unas pocas personas poseían. Xuan Yuan Che podría sentir una familiar sensación oscura viniendo de ella también.

Era muy parecido a la sensación que recibió del Príncipe Heredero de Ao Yun, Du Gu Ye. En aquel entonces, el aura de Liu Yue no era tan fuerte. Sin embargo, después de tres años, se siente como que se ha convertido cada vez más como Du Gu Ye.

No le gustaba. No le gustaba en absoluto.

Liu Yue miró a Xuan Yuan Che y no dijo nada. Luego se volvió hacia los otros tres y suspiró.

[Bien. Luego, cuando llegue el momento, no me culpéis por no ayudaros chicos.]

Después de decir eso, se dio la vuelta y saltó a la orilla del río.

Ella tuvo que advertirlos a ellos primero. Ellos fueron los que quisieron venir.


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